El alcalde Guillermo Reyes encabezó el lanzamiento de la hermosa iniciativa que lleva casi 20 años en Putaendo y que ha sido imitada en otros municipios de la zona. Durante el año pasado las voluntarias entregaron cerca de 2500 desayunos gratuitos a los usuarios del Cesfam entre los meses de abril y noviembre.
La mañana de este lunes, el alcalde Guillermo Reyes encabezó la ceremonia de lanzamiento del Programa Desayunos en el casino del Cesfam Valle de Los Libertadores, iniciativa gestionada por la municipalidad de Putaendo.
La actividad cumple 19 años en ejecución, convirtiéndose en una hermosa tradición del Centro de Salud y de la comuna. Voluntarias entregan desayunos todas las mañanas, entre abril y noviembre, a las personas que así lo requieran. En este sentido, el edil comprometió el apoyo continúo para que este tipo de ayuda no desaparezca.
La máxima autoridad destacó que se trata de una instancia de convivencia social, donde las voluntarias, usuarios y también funcionarios conversan y comparten de distintas temáticas, generando un enriquecedor espacio de diálogo.
“La verdad es que es una acción humanitaria del Cesfam, principalmente con la gente que viene desde la zona rural, que muchas veces debe venir en ayunas a hacerse exámenes son muy bien atendidas. Nosotros hacemos un desayuno con unas voluntarias que atienden muy bien y conversan. El ambiente es muy rato, se conversa sobre las noticias y los matinales. La gente comparte mucho y es una actividad muy social. En ese contexto llevamos casi 20 años. Durante años hemos sido el único municipio de la zona que ha hecho esto. Entendemos que el año pasado otro municipio también lo acogió. Para nosotros es una tradición que nunca se va a acabar”, expresó.
Durante la ceremonia se dieron a conocer cifras del 2016, donde se entregaron cerca de 2500 desayunos. La Agrupación de Voluntarias Amor y Paz, pretenden superarlo este año. Para ellas, enriquece el alma trabajar ayudando sin esperar recompensa.
“Es muy linda esta actividad. A veces la gente viene con muchos problemas y nos cuentan sobre ellos. Nosotros le damos una palabra de aliento y se van más tranquilos, además compartimos una taza de té. Nos conversan, nos cuentan sus cosas. Muchas veces la gente de la zona rural, que viene de lejos, viene en la mañana solo con la plata de su pasaje y deben quedarse hasta la tarde. Eso parte el alma, porque ellos dicen que tienen a su marido o a su hijo enfermo. Nosotras contentas de darles una taza de té, una taza de leche con un pancito”, manifestó Silvia Calderón, presidenta de la agrupación de voluntarias Amor y Paz, a cargo de entregar los desayunos.
En la ocasión, el alcalde Guillermo Reyes y la directora Mireya Ponce entregaron un obsequio a las cerca de 15 voluntarias que desempeñan esta ejemplar tarea.
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